Patrick Martínez
3/5
Antes de empezar con esta reseña me gustaría recalcar que las profesionales odontólogas hacen bien su faena. No obstante, la persona de recepción (Romina) ha mostrado una actitud de prepotencia y soberbia como hacía tiempo que no veía en una persona que se encarga de trabajar cara al público.
Al comentarle que desde una anterior limpieza que había realizado en este centro sentía una molestia en la encía, automáticamente y sin haber pasado por la consulta, (a través del WhatsApp y después de una llamada en la que también fue bastante mal educada, por cierto) lo achacó a que había hecho un blanqueamiento en otra clínica. Al llegar hoy me ha recibido con cara de pocos amigos. Me ha hecho pasar con la odontóloga (trato inmejorable por su parte) y al salir, con muy mala educación y sin dejar que me explicara me dijo que debería haber ido al centro dónde me hice el blanqueamiento a hacerme esta revisión. Le he explicado que mi centro de confianza (creo que ya no lo será más) era ese y por ello acudía a ellas. Tras sonrisas, suspiros y demás dejes de superioridad le he dicho que sentía que la atención que estaba recibiendo por su parte me parecía inapropiada y tras una disculpa forzada, soberbia y con la frase "Ya no puedo hacer nada" me ha recordado que me hicieron "gratuitamente" una limpieza con bicarbonato que yo no pedí y que me insistieron para que viera los resultados lo cual agradecí pero insisto, no pedí.
Tras esto me ha querido agenciar una limpieza profunda. Le he dicho que me lo tenía que pensar porque no estaba contento con el trato que estaba recibiendo, y ella, literalmente, ha dicho: "Sabía que dirías que no porque esta limpieza es más cara". No sé que ha querido insinuar y prefiero no saberlo. Pero tras dejarle claro que el dinero no era el problema me he ido de una clínica que durante años ha sido de confianza y a la que no creo que vuelva. Es una pena que sea por la recepción y el trato que recibes de esta.
Las 3 estrellas es una media entre las 5 que merecen las odontólogas y la estrella que merece la chica de recepción, Romina.